-->
Sígueme en Facebook  Sígueme en Twitter Sígueme en YouTube Sígueme en Instagram Sígueme en Telegram Sígueme en TikTok

 


Leyendas Urbanas: El Silbido del Monte, una advertencia que hiela la sangre

Si lo escuchas cerca, no temas. Si lo oyes lejos... corre

El origen del mito

-  Esta leyenda nace en zonas rurales de América Latina, especialmente en regiones montañosas de Colombia, Venezuela y partes de Centroamérica
-  Se transmite de generación en generación, mezclando miedo, respeto a la naturaleza y advertencias sobrenaturales
-  A menudo se cuenta en pueblos rodeados de montes y selvas, donde la noche guarda más secretos de los que se ven

El protagonista: El Silbón

-  Es un espíritu alto, delgado, con apariencia esquelética
-  Carga en su espalda un saco con huesos (según la versión, de sus víctimas… o de su propio padre)
-  Su presencia se anuncia con un silbido largo, agudo y ondulante: “Fiuuu… fiuu… fiuuu…”

La paradoja del silbido

Aquí viene lo más inquietante de esta leyenda:
-  Si escuchas el silbido muy cerca, no te pasará nada
-  Si lo escuchas muy lejos, huye: está justo detrás de ti

Esta contradicción se ha vuelto su rasgo más famoso, y ha dado lugar a muchas advertencias en fiestas, caminatas nocturnas o fogatas de montaña

¿Qué hace El Silbón?

-  Se dice que persigue a los hombres infieles o a quienes maltratan a sus familias
-  Otros afirman que aparece en noches sin luna, cuando alguien ha cometido una injusticia
-  Puede simplemente observar desde los árboles… o llevarse a su víctima sin dejar rastro
-  En algunas variantes, su silbido hipnotiza y deja paralizados a quienes lo oyen

¿Leyenda o realidad?

-  Aunque no hay pruebas reales, muchas personas afirman haberlo escuchado
-  Otros creen que es un símbolo: una forma de representar el remordimiento o la culpa
-  Lo cierto es que su historia sigue viva, y aún hoy hay quien evita caminar solo por el monte al anochecer

📂 ¿Quieres conocer más sobre los misterios más escalofriantes? Haz clic en 👉  Leyendas Urbanas y adéntrate en historias que desafían la lógica… y el valor