Que durmáis bien, yo no puedo

 

✍️ Francesc Jusep Bonnín: Agente de Prensa, cantautor, escritor, poeta, músico y pintor/

En la paz de mi estudio, con la tranquilidad que me da el bienestar de una casa, una familia, una seguridad, de tener todo incluso más de lo que necesitamos, lo que uno desea sin más ambición es la de vivir en paz y calma consigo mismo.
Me invade una duda, una imagen, unos escalofriantes datos y me pregunto, ¿qué hago yo?
Qué hago en contra de esa duda, de esa imagen, de esos datos.
Y me sigo preguntando ¿qué hacemos todos?
Sí, todos.
Mirar para otro lado y seguir cenando, dormir plácidamente en nuestro colchón de látex para un descanso total después de una refrescante ducha y un vaso de leche fría, con el aire acondicionado, un pijama de verano y las zapatillas a pie de cama.

¿Qué hacemos cuando vemos que millones de niños, más que la población de España entera, están sin hogar vagando solos, intentando cruzar las fronteras, muriendo de hambre, de frío o de calor, deshidratados, abrazándose por la muerte de un hermano en un bombardeo, sin padres ni madres que les cuenten un cuento en el que al menos la violencia no esté presente, aunque sea tumbados en un catre con algo de ropa y algo que llevarse a la boca?

Y mientras vemos cómo aplauden al hombre más rico del mundo, o los campos de fútbol se llenan de gente, o vemos los bancos forrarse a costa de los demás, o la explotación de la sociedad de consumo, gastando millones en coger una mierda de Pokémon.

MILLONES DE NIÑOS sufren el acoso de los sicarios del miedo, de los sin escrúpulos, mientras los gobiernos se lavan las manos, en reuniones insulsas en las que no se ponen de acuerdo, donde se decide quién se salva y quién no.
Millones de niños que no saben dónde ir, porque no tienen futuro, porque LES HAN ROBADO HASTA EL ALMA, LOS MALDITOS SERES HUMANOS, LOS MÁS INHUMANOS DE LOS SERES.

Yo maldigo una y mil veces la guerra, la intolerancia, la indecencia, la pasividad, la indolencia, la estupidez de quien las provoca, las mantiene y las alimenta.

Buenas noches envueltos en nuestros colchones de látex, durmiendo a pierna suelta, porque nuestras preocupaciones son una idiotez, cuando hay, SIGUE HABIENDO MILLONES DE NIÑOS SIN ABSOLUTAMENTE NADA DE NADA.

Que durmáis bien, yo no puedo.

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