El invento curioso de 1787 que solo servía para madrugar
En 1787, el estadounidense Levi Hutchins fabricó el primer despertador mecánico de la historia. Tenía una peculiaridad: solo sonaba a las 4 de la mañana, sin posibilidad de cambiar la hora.
El motivo era sencillo: Hutchins trabajaba en una fábrica y quería levantarse siempre a esa hora. No pensó en crear un dispositivo universal, sino en resolver su propia necesidad.
No fue hasta 1847 cuando el inventor francés Antoine Redier patentó un despertador ajustable que permitía elegir la hora, dando inicio al modelo que conocemos hoy.
Lo curioso es que este primer despertador, más que un invento práctico para todos, fue una muestra de cómo una necesidad personal puede marcar un hito en la historia de la tecnología.
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