✍ Fulgencio Coll Bucher, Militar retirado, Político/
Sin límites para la manipulación, la mentira, el despropósito, el bandidaje y tanta estulticia. Tenemos al mayor bandido de España que trata de esconder su gran corrupción y fracaso político. Sí, Pedro Sánchez, que desde hace siete años predica este evangelio progresista, “yo estoy por encima del bien y del mal, soy capaz de cualquier cosa para estar un día más en la Moncloa”. Tuvo un partido que ya no lo es, pues se ha convertido en una peligrosa y corrupta banda. Llegó al poder y lo empleó para romper la concordia, dividir a los españoles, atacar a los que defienden la Constitución y quieren la igualdad entre los españoles, contra los que defienden sus raíces e historia, contra los que no se han sometido a sus mandamientos woke. Por sus desastres lo conocemos: falta de respeto por las reglas democráticas, sin presupuestos generales desde 2023, amnistía a sus amigos corruptos, se arrodilla ante un prófugo separatista, permite a su entorno familiar y político prevaricar, robar, putañear y saquear la Hacienda pública, el apagón de España, desacatar sus obligaciones en el Covid-19, Dana 24 con su cobarde huida, o los últimos incendios del verano cuando debería haber puesto al Gobierno al frente de estas catástrofes.
Recordemos ahora este maldito día, el 7 de octubre de 2023, en el que Hamás atacó con procedimientos terroristas y por sorpresa al Estado de Israel, matando a 1200 personas, hiriendo a más de 4.000 y capturando a 251 rehenes. Esto provocó la lógica respuesta de Israel, que ha tenido que combatir contra Hamás en Gaza, Hizbulá en el Líbano, Siria, Yemen y contra el gran patrocinador del exterminio del Estado de Israel, Irán.
Israel, desde 1948, único país democrático de la región, tuvo que luchar para sobrevivir: primera guerra 1948-49, guerra de los seis días 1967, guerra del Yom Kipur 1973, guerra del Líbano 1982-83, y ahora la Guerra del 7 de octubre 2023. Durante 77 años ha tenido que sufrir continuos ataques terroristas de diferentes organizaciones criminales.
Pues bien, el personaje en cuestión se ha convertido en el líder de los independentistas catalanes, de los filo terroristas vascos y de los regímenes criminales comunistas como Venezuela y ahora en portavoz de Hamás. Nos ha sometido a una campaña mediática equivalente a la de Joseph Goebbels en el III Reich, atacando a los israelíes y alabando a los palestinos y terroristas de Hamás. Nadie ha pedido un minuto de silencio por los israelíes muertos, violados y torturados, solo por los palestinos. El mayor enemigo de los palestinos se llama Hamás, que podría haber terminado con la guerra liberando a los rehenes y negociando la paz. Ha tenido que aparecer el Sr. Trump para forzar la paz.
El todo poderoso Sánchez, su ministro de exteriores, de interior y demás ministros de la propaganda sanchista, han fabricado un relato falso, espoleando a comunistas, separatistas, batasunos y a la legión de medios bajo control sanchista o subvencionados. A todas horas su diatriba con comentaristas sin pudor o bajo efectos del antisemitismo o comunismo radical, nos han contado su crónica fake. Estas movilizaciones masivas, con banderas palestinas y discurso prefabricado por las teorías de Hamás, han conseguido movilizar a muchos abducidos por un discurso atractivo, al mejor estilo del Chapapote, antinuclear, agenda LGTBI, verde o del cambio climático. Son muy buenos en el engaño, en la movilización popular, al grito de “Palestina libre”, “Genocidio”, y otros eslóganes.
Muchos de los que se han apuntado a esta movida pro palestina lo han hecho de buena fe, como pasa en los movimientos de masas. Luego aparece la verdad y los que tienen el coraje de analizar objetivamente la información, se arrepienten de haber participado en este teatro comunista pro palestino.
Lo de la flotilla ha sido un inmenso teatro mediático, es lo único que buscaban. Basta ver quiénes lideraban la flotilla a Gaza para saber que es más de lo mismo. Esta movida ha sido un movimiento fabricado por el Sanchismo con sus amigos de la revolución progre para tapar sus impudicias. Analicen a cada uno, escuchen lo que dicen y descubrirán la gran mentira. Toda esta fiesta la ha pagado usted; ellos, a lo suyo: el ensayo para futuras movidas por si la derecha gana unas elecciones.
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