Hoy celebramos el Día de la Reconciliación, una fecha dedicada a sanar, unir y reconstruir.
Este día nos invita a mirar hacia dentro, reconocer nuestras heridas y dar el valiente paso de acercarnos a quienes alguna vez se alejaron de nuestro corazón.
La reconciliación no borra el pasado: lo transforma.
Es un acto de amor propio y de respeto hacia los demás; una oportunidad para crecer, comprender y volver a empezar.
Hoy es un buen momento para:
- Escuchar con empatía.
- Pedir perdón cuando sea necesario.
- Perdonar sin olvidar lo aprendido.
- Tender puentes donde antes hubo distancia.
- Regalar un gesto de paz, incluso de manera anónima.
Que este 16 de diciembre sea un recordatorio de que ninguna diferencia es más grande que nuestra capacidad de dialogar, que los vínculos pueden renacer y que la paz se construye paso a paso, con voluntad y humildad.
La reconciliación comienza con nosotros mismos.
Hagamos que esta fecha ilumine nuestras relaciones, nuestras comunidades y nuestro futuro compartido.
“Reconciliarnos no es rendirse: es elegir la paz como camino.”
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