Cada 11 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Montañas, una fecha destinada a reconocer la importancia vital de estos ecosistemas para el equilibrio ambiental del planeta y para la vida de millones de personas. Las montañas, que cubren cerca del 27% de la superficie terrestre, no solo albergan una notable diversidad biológica, sino que también proveen recursos esenciales, entre ellos el agua dulce que abastece a más de la mitad de la población mundial.
La jornada busca generar conciencia sobre la necesidad urgente de proteger estos territorios, cada vez más amenazados por el cambio climático, la deforestación, la degradación del suelo y la presión turística sin control. A través de esta celebración, se pretende resaltar el papel crucial que cumplen las montañas como reservorios de biodiversidad, fuentes de agua y espacios donde se preservan culturas ancestrales que mantienen viva una relación sostenible con su entorno.
Además, el Día Internacional de las Montañas pone en el centro a las comunidades que viven en zonas montañosas, muchas de las cuales enfrentan desafíos sociales y económicos derivados de su ubicación geográfica. La fecha busca promover políticas y acciones que mejoren su calidad de vida, fomenten un desarrollo sostenible y fortalezcan su capacidad de adaptación frente a los efectos climáticos.
Bajo el lema “Las montañas nos sostienen, protejámoslas”, instituciones, escuelas y organizaciones ambientales impulsan actividades que van desde jornadas de educación y sensibilización, hasta caminatas, concursos artísticos y campañas de conservación. El objetivo es común: recordar que la salud de las montañas está estrechamente ligada al bienestar global.
El llamado es claro. Cuidar las montañas es cuidar el futuro. Su preservación no solo es una responsabilidad ambiental, sino también un compromiso con las generaciones venideras.
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