✍Francisco José Castillo Navarro, Director General del Grupo Periódico de Baleares, Presidente Fundador de AMC/
Un artículo al servicio del descrédito y la manipulación
El artículo publicado por J. F. Mestre en el Diario de Mallorca sobre el conflicto sindical en Emaya no solo carece de rigor informativo, sino que responde claramente a una estrategia de desprestigio cuidadosamente planificada. Bajo la apariencia de una crónica laboral, el texto se sostiene en acusaciones sin pruebas, insinuaciones graves y filtraciones interesadas, dejando en evidencia una intencionalidad política más que periodística.
Falta de pruebas y manipulación del relato
El texto de Mestre acusa falsamente a los dirigentes de USTE de acoso, coacción y campañas de difamación contra trabajadores. Sin embargo, no aporta ni una sola prueba verificable: no cita sentencias, ni testimonios, ni documentos oficiales que respalden tales afirmaciones. Se limita a reproducir rumores y construir un relato manipulado y emocional, donde se demoniza a los representantes sindicales.
Además, Mestre llega a afirmar que USTE “es de VOX”, una acusación tan absurda como malintencionada, ignorando que la directiva del sindicato está compuesta por personas de diferentes ideologías, unidas únicamente por la defensa de los derechos laborales de sus compañeros.
El dato jurídico fundamental que se omite y que desmonta completamente el relato de Mestre es que la justicia declaró nulos los despidos de los dos representantes de USTE. En otras palabras, el juez no encontró base legal alguna para las acusaciones. Aun así, Mestre insiste en presentar a los sindicalistas como culpables, ignorando deliberadamente la resolución judicial.
El papel de las filtraciones y la sombra de Nuria Gallego
Resulta sospechoso que el artículo de Mestre reproduzca casi literalmente los argumentos de Nuria Gallego, exdirectora de Servicios Corporativos, el anterior pleno, los partidos de izquierda, PSOE, Podemos, Més, la estuvieran apoyando, una vergüenza, recordando que recientemente fue despedida por el Partido Popular, que en la actualidad gobierna en el Ayuntamiento de Palma. Emaya fue sancionado por Inspección de Trabajo por la MALA PRAXIS de la Sra. Gallego para intentar hundir al Sindicato USTE, que esto es otro tema que ira por la vía penal, y si la justicia considera, lo suyo sería, cárcel con sus cómplices y compinches, que parece más, una presunta banda mafiosa.
Diversas fuentes internas apuntan a que Gallego pudo haber facilitado o influido en la información utilizada por Mestre, lo que explicaría el tono hostil y tendencioso del texto hacia el sindicato USTE. Si esta hipótesis se confirma, estaríamos ante un grave caso de utilización política y personal de los medios de comunicación con el único fin de ajustar cuentas.
Una narrativa al servicio del descrédito
En lugar de contextualizar el conflicto sindical o analizar las complejas relaciones laborales de una empresa pública, Mestre opta por un enfoque sensacionalista, parcial y manipulador. El uso reiterado de expresiones como “extrema derecha”, “venganza” o “persecución”, sin pruebas ni contraste, revela una intención clara de influir y manipular la opinión del lector.
El texto además intenta desacreditar las decisiones legítimas de Emaya que optó por indemnizar a los trabajadores para cerrar un conflicto judicial insinuando una “cesión injustificada”. Lo cierto es que la empresa actuó dentro de la legalidad, y de hecho, la opción más justa y legal hubiera sido la readmisión de los tres sindicalistas despedidos. Pero ya se sabe que el Partido Popular de Palma, son unos acomplejados en tomar decisiones razonables. Las urnas dictarán sentencia y también es más que probable los juzgados.
¿Periodismo o instrumento político?
El texto firmado por J. F. Mestre no es periodismo. Es una pieza de opinión encubierta, redactada bajo la influencia de intereses ajenos a la verdad, probablemente vinculados a la antigua dirección de Emaya y el presunto amiguismo con Nuria Gallego.
El periodismo tiene la obligación de informar con rigor, contrastar fuentes y respetar la verdad. Cuando un medio se convierte en altavoz de venganzas personales o intereses políticos, traiciona su función social y pierde toda credibilidad.
En este caso, el artículo de Mestre no informa: manipula. No busca esclarecer los hechos, sino blanquear a antiguos cargos cesados y destruir la reputación de un sindicato que, recordemos, la justicia ha reconocido como víctima.
Fuentes cercanas al sindicato USTE han confirmado que estudiarán emprender acciones legales contra el periodista y el medio, por difusión de acusaciones falsas y vulneración del derecho a la verdad.
FJCN








4 Comentarios
Está tiparraca es una manipuladora,me gustaría saber cómo puedo llegar a entrar en emaya y llegar a tener tanto poder
ResponderEliminarQue gran articulo que bien escribes
ResponderEliminarSi la Guardia Civil investigará en profundidad, muchos políticos actuales y anteriores irán a la cárcel demasiados desfalcos, que asco de personajes aprovechados
ResponderEliminarEstá Nuria Gallego merece cárcel por todo lo que ha hecho y sus compiches políticos y sindicales afín también, cárcel cárcel carcel
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