El periodista y escritor Alfonso Ussía ha fallecido a los 77 años, dejando tras de sí una de las trayectorias más singulares y provocadoras del panorama mediático español. Ussía escribió siempre como quien dispara desde una trinchera, sin pedir permiso, con un estilo directo, ruidoso y inconfundible.
Fue columnista, poeta satírico y creador de personajes tan memorables como el marqués de Sotoancho, una de sus criaturas literarias más queridas y celebradas. Su vida profesional estuvo marcada por una mezcla explosiva de ingenio, irreverencia, mordacidad y numerosas querellas, fruto de un carácter que no conocía el freno ni tampoco la autocensura.
La pluma de Ussía destacaba por su agilidad, su humor corrosivo y su capacidad para provocar reflexiones incómodas. Su estilo, siempre frontal, convirtió sus columnas en una cita esperada tanto por sus admiradores como por quienes disentían de su visión del mundo.
Sus textos destilaban una mezcla de sátira clásica, crítica social y una mirada irónica que hacía temblar certezas y derribaba solemnidades. Su manera de escribir, tan punzante como elegante, lo convirtió en un referente incuestionable dentro de la opinión española.
A lo largo de su carrera, Ussía transitó con naturalidad entre los elogios y las críticas más severas. Sus posturas abiertamente conservadoras, unidas a su tono mordaz, lo situaron con frecuencia en el centro de la polémica.
También fue protagonista habitual de los juzgados, donde terminó en más de una ocasión por artículos que despertaron la indignación de quienes se sintieron atacados por su estilo directo y sin filtros. Pero lejos de frenarlo, cada choque parecía reforzar su determinación de escribir con una libertad que él consideraba irrenunciable.
Con más de cuatro décadas de carrera y decenas de libros publicados, Alfonso Ussía deja un legado literario y periodístico profundamente marcado por la sátira, la valentía y la libertad de expresión. Su obra continúa siendo un espejo de la España que retrató: irónica, contradictoria, apasionada y viva.
Mensaje de Francisco José Castillo, Director General del Grupo Periódico de Baleares
«Hoy se apaga una de las voces más estridentes, brillantes y necesarias del periodismo español. Alfonso Ussía no fue solo un escritor: fue un artillero de la palabra, un hombre que disparaba ideas con una mezcla única de humor, coraje y lucidez.
Leerlo era prepararse para reír, debatir, enfadarse o descubrir una verdad incómoda. Con él desaparece una forma de escribir que no temía al ruido ni al conflicto, porque entendía que la libertad siempre exige valentía.
Su ausencia deja un vacío inmenso, pero su legado permanecerá como una cicatriz luminosa en nuestra memoria cultural.
Gracias, Alfonso, por cada exceso, por cada ironía y por cada verdad dicha sin temblor. Que tu voz, indomable como pocas, no se apague jamás.»
Alfonso Ussía se marcha dejando tras de sí un eco difícil de silenciar. Su voz a veces incómoda, a veces brillante, siempre auténtica seguirá resonando en cada lector que buscó en sus textos una risa inesperada, una verdad afilada o un pensamiento que despertara algo dentro.
En un tiempo donde las palabras parecen cada vez más frágiles, él eligió siempre la valentía, la ironía y la libertad como estandartes. Y ese legado no se entierra: permanece, desafiante, vivo.
Hoy España despide a un escritor que no pidió permiso para existir y que, incluso en su despedida, nos recuerda que el verdadero periodismo nace del coraje de ser uno mismo.
Descanse en paz, Alfonso Ussía. Su tinta, tan incisiva como humana, sigue escribiendo en la memoria de todos.
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