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El cese de hostilidades entra en vigor este sábado y contempla medidas para reducir tensiones y proteger a la población civil en la frontera
Los Gobiernos de Tailandia y Camboya han firmado un acuerdo de alto el fuego inmediato, que ha entrado en vigor a partir del mediodía de este sábado 27 de diciembre, tras la firma de una Declaración Conjunta durante una reunión especial del Comité General de Fronteras (GBC), celebrada con la mediación de observadores de la ASEAN.
El encuentro tuvo lugar en el punto fronterizo internacional entre Prum, en la provincia camboyana de Pailin, y Ban Pak Kard, en la provincia tailandesa de Chanthaburi, y estuvo copresidido por los ministros de Defensa de ambos países, Tea Seiha y Nattaphon Narkphanit. Durante la sesión, las dos delegaciones subrayaron su compromiso de resolver las controversias de forma pacífica, en un clima de confianza mutua, buena fe y respeto, conforme a la Carta de la ONU y los principios de la ASEAN.
El acuerdo establece la prohibición total del uso de la fuerza, aplicable a todo tipo de armas y en todas las zonas, incluidos ataques contra civiles, infraestructuras civiles y bienes militares. Asimismo, ambas partes se comprometen a no mover tropas ni reforzar posiciones a lo largo de la frontera común, manteniendo las fuerzas en sus ubicaciones actuales y sin que el pacto afecte a los límites fronterizos internacionales.
La Declaración Conjunta recoge además un conjunto de medidas de reducción de tensiones, como la renuncia a ampliar infraestructuras militares, la protección de la población civil en las áreas afectadas y la prohibición de difundir información falsa o engañosa que pueda aumentar la presión social o dificultar el diálogo.
Para garantizar el cumplimiento del acuerdo, se refuerza el papel del Grupo de Observadores de la ASEAN, encargado de la supervisión y verificación del alto el fuego. También se activarán unidades de coordinación fronteriza bilaterales y se mantendrán canales de comunicación directos entre los Ministerios de Defensa y los mandos militares de ambos países, con el fin de prevenir incidentes y resolver situaciones urgentes.
En el ámbito humanitario, las autoridades han acordado coordinar operaciones de desminado en zonas fronterizas prioritarias y mantener una comunicación constante entre los equipos de prensa oficiales para evitar la desinformación y reforzar un clima de estabilidad y confianza.
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