-->

Entrevista a un político de pueblo

 

✍️ Tomeu Pizá — Abogado, Economista y Profesor  

Buenos días, señor político, es todo un placer me concediera la posibilidad de entrevistarlo. Usted y su pueblo dan para mucho.

Es un pueblo grande, con gran presupuesto y muchos habitantes, nos merecemos ser Ciudad.

Seguro ofrece muchas posibilidades a los cargos en el Ayuntamiento que difícilmente desperdician y desprecian, siendo tan grande, seguro que las retribuciones a los ediles lo son también. ¿Da para vivir holgadamente o necesita de maniobras municipales para complementar los ingresos?

En absoluto, son nóminas generosas que dan para vivir medianamente bien, también es cierto que surgen otras posibilidades, aunque no sean de dominio público, sería contraproducente y muy indigno aprovecharse de estas “maniobras municipales”. Donde más se tiene que batallar es en otro tipo de maniobras: las políticas. Los colores políticos pretenden conseguir un rédito que los encumbre y empodere. Es una especie de competencia para tener buena imagen, de esta forma uno puede ascender en el escalafón de su propio partido, y, claro, el poder es muy importante en este mundo.

¿Algo así como Juego de Tronos?

No, en absoluto. Aquí no o hay combates ni duelos, solo estrategias. Mantener un prestigio en el partido, disponer una cuota de poder, saber negociar y convencer, es nuestro campo de batalla. Sinceramente, es gratificante, resulta que al final surgen algunos beneficios y esto es todo un revulsivo para el buen político. Nadie hace nada por nada.

¿Entiendo pues que prima más la ambición que el espíritu de servicio para con la ciudadanía?

Bueno, tampoco es así. Pero los servidores públicos necesitamos alicientes para situarnos y tener cierta satisfacción. En las empresas se lucha para ascender y tener poder, aquí lo mismo. Se tiene que admitir y no eludir esta realidad.

Un funcionario no produce, sirve, o debería servir. Desde un alcalde a un barrendero. En las empresas se logran objetivos muy materiales, tales como beneficios, reparto de dividendos, mejoras, etc. pensaba que los políticos se dedicaban mas a servir que a lograr posicionarse personalmente y mejorar su pecunio. Tengo entendido que, en su pueblo, algunos funcionarios, hasta se pasan de un grupo a otro, por lo menos lo intentan. ¿A qué responde esta actitud y maniobra?

Los principios ideológicos ya no son como antes. La estructura jerárquica en los partidos políticos exige dedicación, esfuerzo y astucia. Si uno se queda cumpliendo la disciplina de partido, acaba siendo superado por otros. A nivel nacional las Centrales son las que “cortan el bacalao”, en regiones o localidades pequeñas, no siempre aciertan al desconocer los pormenores de las necesidades locales. Frenan decisiones y limitan acciones que serían ventajosas para todos. Los jerarcas autonómicos no siempre son aquellos que quisiéramos tener los que estamos en escalafones más bajos.

¿Será por esto que surgen “deserciones” y se pasan a otros partidos? Incluso en el grupo propio tengo entendido que, en su pueblo, sectores son partícipes y simpatizan con jerarquías que no coinciden con las de la provincia. Una especie de rebeldía. Aún continuando en el seno del grupo propio, se decantan en apoyar decisiones, aplaudir acciones y preparar el terreno para agruparse con lo que inicialmente eran ideales opuestos. ¿No se engaña al electorado así?, además, parece una traición a sus propios compañeros de equipo. No se.

Según la perspectiva desde donde se mira, lo parecerá. Pero resulta necesario a veces sacar pecho y erigirse en una especie de líder para abanderar una mejor gestión municipal, apoyar y sentirse apoyados por el resto que tengan las mismas ideas.

¿Se siente, al hacer estas maniobras, traidor al resto del equipo?

No, si se tiene el apoyo de la cúpula. Saber cobijarse al árbol que mejor sombra nos proporciona es primordial. Cuestión de aspiraciones y capacidades. Si desde los círculos superiores, respaldan acciones así, el triunfo está garantizado.

¿No le teme a que esa misma estrategia sea la que practica el “círculo superior” y que fracase repercutiendo en usted y los suyos con el resultado de un estrepitoso fiasco? Es que, en todos sitios cuecen habas, y nada es seguro en estos niveles, con estas estrategias y esta indiferencia. Sería más ético conformarse con lo que cobran, cumplir la disciplina y servir al pueblo. Dudo esté garantizado el éxito.

Todo está bien pactado y organizado. Seguro que funciona, de hecho, funciona en otros sitios. Además, con lo grande que es nuestro pueblo, lo bien que está todo, las mejoras conseguidas y la satisfacción de la vecindad, nos sentimos queridos y autorizados para actuar con la libertad que nos confieren los logros que abanderan nuestro prestigio como políticos. Controlando el Quinto Poder, que no se queje del trato, se le mime un poco y se tenga en consideración su fuerza, es más que suficiente.

Muchas gracias señor Político, ahora entiendo las facilidades que me ha dado para esta entrevista… formando parte del Quinto Poder, claro. Feliz jornada.


Si te interesa este enfoque, puedes ver otras publicaciones de👉  Tomeu Pizá


Publicar un comentario

3 Comentarios

  1. Aplicable a la mayoría de políticos y a todo municipio habido y por haber. 🎖

    ResponderEliminar
  2. Con esta entrevista se deduce que hay políticos electos en algunos pueblos, también se puede aplicar a las ciudades, el uso que hacen de su cargo para liar los bártulos y emprender un “vuelo” fuera de la formación política a la que pertenecen. El transfuguismo puede considerarse una forma de corrupción ética y moral, ya que supone el uso y abuso de la confianza entregada por los votantes y el partido que permitió su elección. Cargos electos, tras ser designados gracias al sostén y el impulso de su partido, abandonan esta formación para crear una nueva y presentarse a próximas elecciones con otras siglas, actúan como tránsfugas encubiertos mientras conservan su cargo. Esta conducta es reprobable, pues se aprovechan de la visibilidad obtenida en la operación electoral, sin la cual muchos serían anónimos. Lo ético y moral, si discrepan de su partido, seria entregar su acta y abandonar la formación y no actuar como sus okupas, respetando así la voluntad de los electores. Mantenerse en el cargo mientras planean una nueva andadura política erosiona la confianza en el sistema y perpetúa una cultura de oportunismo que daña la democracia.

    ResponderEliminar
  3. Calderón de la Barca escribía: Cuentan de un político tan corrupto y mísero que pensaba entre sí -¿habrá otro tan mísero y corrupto como yo?- al volver su rostro, halló la respuesta, pues vio como tras él, otro le superaba con creces.

    ResponderEliminar

Gracias por dejar su comentario en el Periódico de Baleares. No dude en dirigirse a nuestro equipo de redacción para cualquier sugerencia u observación. Comentarios ofensivos serán borrados y el usuario/a bloqueado. El Periódico de Baleares no se hace responsable de los comentarios publicados por los lectores.