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Carencia de Valores


✍️ Tomeu Pizá — Abogado, Economista y Profesor/

Bordeando la costa y de regreso al puerto de Pera de s’Asa, a la altura de s’Algà, después de la jornada dominical en cala Empruaga justo bajo el mirador de Ricardo Roca (Es Grau), observamos una pareja atrapada a mitad del acantilado, agarrándose a unos endebles matorrales, estáticos, sin poder avanzar ni retroceder, a unos 30 metros de altura sobre la peligrosa vertical con las rocas a sus pies. Tanto mis amigos como yo sabíamos que el derecho a prestar auxilio en el mar es algo muy serio, pero en un acantilado, lo es mucho más. Después de dejar a nuestros hijos en la Copino de 25 palmos, de fibra y buen motor, tomamos las cuerdas que disponíamos, alcanzamos la orilla rocosa y prestos iniciamos un rescate de aficionados, pero con enorme espíritu de servicio. Aquella pareja, en bañador, asustados y llenos de preocupación, seguro que aún nos recuerdan. Acabó bien la odisea. Claro que a los 35 años el potencial físico y humano es enorme, la solidaridad es tremenda y la responsabilidad moral (que no la moral) la teníamos bien asumida.

Lamentablemente algunos políticos o no tuvieron la formación y educación correcta o sus aspiraciones ahogan los Valores.

El ayuntamiento de Calviá sufre las consecuencias de contar en sus representantes municipales a personas que ignoran o desconocen el compromiso que tienen con la ciudadanía, sus grupos políticos y consigo mismos. La carencia, ausencia y desconocimiento de los Valores Humanos los empobrece y esquilma moralmente.

Al no priorizar aquello por lo que hicieron campaña argumentando la decisión de servir a la vecindad, anteponer los intereses personales a sus obligaciones como servidores públicos es duro y cruel, pero que prevalezcan egoísmos, hipocresías, ambiciones y codicias, resulta mucho más preocupante, dudo que muchos de ellos se hubieran arañado sus delicados pies rescatando a dos personas en un terraplén casi perpendicular y sin agarres.

Lo peor es que se les ve el plumero. Resulta que pasados dos días de un escrito aparecido en prensa en el que varios policías municipales de Calviá exponían críticas a la gestión de su Mayor, ahora aparecen exactamente 122 funcionarios diversos haciendo llegar un escrito a la Jefatura en el que manifiestan su “total desacuerdo” a lo publicado anteriormente. Bien, leyendo su manifiesto uno se da cuenta de que se les ha facilitado el texto para destacar “la valía de su jefa, remarcando su actitud cercana, comprensiva y dando respuesta a la plantilla en las necesidades planteadas”. Exactamente todo lo contrario a lo expuesto en la nota primera. No cuela. Sobre todo, al apuntar que aquello fueron “opiniones de carácter personal y profesional”, ¿acaso estas recientes y del grupo opuesto no son de carácter personal y profesional? ¿Qué se pretende? ¿Quién presiona para dar la vuelta al asunto? incluso implica a UGT, Protección Civil, etc. Lo más curioso es que en este último caso, “el ayuntamiento abre la puerta a recibir a los funcionarios que estén descontentos” ¿y antes no? Seguro que pretenden presionar, amenazar o algo por el estilo, muy propio de algunos camorristas en la cúpula municipal, además, se contradicen, "Están convencidos no existía un escrito que se quería hacer llegar al alcalde Amengual pidiendo ceses” ¿por qué lo mencionan ahora sin haberlo desmentido antes? “hay gente de la plantilla descontenta y que quiere irse a otros municipios, es lógico ya que dentro de un proceso selectivo y cuando el resultado no te favorece y quedas en los últimos puestos, no puedes optar a las divisiones que pretendes” Habría que saber quién se atreve a hablar así de aptitudes, precisamente en el seno del gobierno municipal del ayuntamiento de Calviá. Aunque lo más llamativo es al hablar de “un proceso selectivo” sabiendo el derrotero amañado que hubo para colocar a la jefa ante la insuficiencia de requisitos para desempeñar el cargo, por un lado, y el desprecio a los demás interesados que se presentaron. Demasiada presión, enchufismo y mala fe. Suerte que fue una dimisión, aunque poco aclarada como para pretender ahora blanquearla, seguro que fruto de presiones procedentes de otro nivel. No precisamente influencias locales. Pobre gobierno municipal.

En todos los niveles afloran carencias. Después de la alerta roja por alto riesgo de incendio el pasado 12 de julio, ante la insistencia de la DINAMIZADORA del Ayuntamiento en que se celebrara en Es Capdellà un correfòc, ignorando también la normativa que exige una separación de 500 metros con las zonas boscosas y pinares, saltó un pequeño conflicto entre ella, el concejal Bujosa y la advertencia del policía de actividades presente, el cual con la Ley en la mano y las pertinentes consultas sobre riesgos citados y meteorología poco cambiante, estaba en la obligación de cancelar y oponerse al evento. Ante las presiones, la dinamizadora dijo al policía “tu aquí no pintas nada y ordenó que se llevaría a cabo”.

El agente, advirtió que por no enfrentarse a los presentes (aun teniendo razón) optaba por retirase ya que de lo contrario tenía que prohibir una actividad con tremendo riesgo, “caso de pasar algo iréis todos a la cárcel”. PATÉTICO. El remate llegó el lunes en la reunión del grupo político en el que Manuel Mas exigió correr un tupido velo sobre esta situación vivida, se ignoró el ACTA que levantó el agente, además, ante la insistencia de algunos compañeros, la justificación para convencerlos fue que “si se oponían a un acto popular, no les votarían en las próximas elecciones”. Toda una lección magistral por parte de este “lumbreras”, no extrañe ocurran desgracias por anteponer la torpeza mental al riesgo creado con irresponsabilidades de aquellos que ignoran las consecuencias causadas por su imprudencia. Y sigue de regidor.

To be continued.


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⚠ Nota del Periódico de Baleares
Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen exclusivamente a su autor o autora colaborador(a) y no reflejan necesariamente la postura editorial del Periódico de Baleares.