La historia suele recordar a Napoleón Bonaparte como un brillante estratega militar, temido en los campos de batalla de Europa. Sin embargo, uno de los episodios más insólitos de su vida no tuvo lugar en una guerra, sino durante una jornada de caza que terminó de forma completamente inesperada.
Según relatan diversas crónicas, tras la firma del Tratado de Tilsit en 1807 se organizó una cacería de conejos como entretenimiento para el emperador y su comitiva. Para el evento se liberaron cientos de animales criados previamente por los organizadores. Lo que nadie previó fue que los conejos no eran salvajes, sino domésticos y acostumbrados a recibir comida de los humanos.
En lugar de huir, los animales comenzaron a correr en dirección a Napoleón y a sus acompañantes. Los intentos por espantarlos resultaron inútiles: los conejos siguieron avanzando en grupo, rodeando al emperador y obligándolo finalmente a retirarse apresuradamente en su carruaje ante la insólita escena.
Aunque el episodio no tuvo consecuencias graves, quedó registrado como una de las anécdotas más curiosas de la historia napoleónica. El hombre que había puesto en jaque a imperios enteros fue, por una vez, derrotado no por ejércitos enemigos, sino por una inesperada avalancha de conejos.
La historia recuerda que incluso las figuras más poderosas protagonizaron momentos tan humanos como imprevisibles.
¿Quieres conocer más curiosidades que te sorprenderán? Descúbrelas todas en nuestra sección especial 👉 Sabías Por Qué







0 Comentarios
Gracias por dejar su comentario en el Periódico de Baleares. No dude en dirigirse a nuestro equipo de redacción para cualquier sugerencia u observación. Comentarios ofensivos serán borrados y el usuario/a bloqueado. El Periódico de Baleares no se hace responsable de los comentarios publicados por los lectores.